Inicios en la pintura

Nací en Viña de Mar, en los inicios de los 60, especificamente, un 29 de Abril, de ese año, estudie en Villa Alemana y mi secundaria fue en una escuela experimental de la Universidad Federico Santa Maria, en ella teníamos un taller de Arte, en el cual creo que logro influenciar en parte el quehacer de mi vida. Me gustaba el campo y la naturaleza, también el dibujo, de ahí que al postular a la Universidad me matricule en Diseño y en Agronomía. Al final decidí estudiar para Ingeniero Agrónomo, sin pensar que volvería al tiempo a realizar lo que era mi sueño, que era pintar, en especial paisajes.
De mi familia, destaco los recuerdos de mi papa, Renato, que en sus faldas me enseñaba a pintar con colores, y también recuerdo las fotos de mi abuelo con esa marinas en blanco y negro que colgaban en las casa de mi abuela. De esa época quedaban unos apuntes que en algún momento vi y que mostraban bosquejos de dibujos realizados por mi abuelo, el cual era marino, y supongo que en esas largas travesías, acortaba el tiempo dibujando paisajes.
Ahora, después de consolidar una familia, la pintura comenzó a gustarme nuevamente, hasta que comense a pintar de vuelta, siempre dedicado a los paisajes, y la fotografía que también me apasiona.
Como no tengo la oportunidad de volver a estudiar en la Universidad, logre hacerme de un amigo y que comenzó como mi proveedor de pinturas y lienzos, y que me ofreció a pulir mi estilo, tratando de calmar esa ansias de comenzar y terminar cada óleo, en desmedro de los detalles. En fin ese proveedor ahora es mi amigo y maestro, llamado Walter Huertas, que en la actualidad sigue siendo un apoyo en cada obra que empiezo.
De mi estilo podría definirlo como, paisajista con algo de impresionismo, siempre me impresiono Vincet van Gogh, y me gusta el juego de colores que a la vista del espectador le comunica una imagen, una impresión. Por ahora esto del paisaje me apasiona y creo que por ahora seguiré en esa línea, más aun con la motivación de la temática del vino y del viñedo. Mas aun viviendo en esta Mendoza, tierra de los viñedos y el buen vino
Tengo la suerte de trabajar en una gran finca con hermosos viñedos, no me pierdo la oportunidad de observarlo diariamente con diferentes estados fonológicos, en diferentes estaciones, en diferentes horas dentro del día, buscando esa luz precisa para determinada imagen y poder volcarla en la pintura. En cada tarde que nos juntamos a pintar, por su puesto que siempre esta presente algún vino que nos pone en clima al comenzar a pintar.